Psic. Luis Adolfo Morello A.
A mediados del siglo XX se consideraba que lo más importante para el trabajador o lo que incentivaba su permanencia en una empresa era el salario; esta percepción ha ido cambiando con el tiempo al identificarse que muchos trabajadores continúan en su puesto de trabajo independientemente del salario que están percibiendo, por considerar que reciben otros beneficios que son más importantes para ellos, que los motivan más.
Por ello en la actualidad identificar de forma efectiva los factores motivacionales de los trabajadores es una inquietud de todas las empresas para retener sus mejores talentos, ya que las investigaciones han demostrado que los trabajadores con altos niveles de motivación mejoran su rendimiento y desempeño laboral.
El modelo Teórico de Herzberg es un referente importante que plantea justamente la diferenciación de dos categorías de factores, los motivadores y los de higiene, dando más importancia al factor de la motivación.
Esto ha permitido desarrollar un enfoque centrado en el Salario Emocional, donde éste se está convirtiendo en el principal motivador de los trabajadores, permitiéndole trabajar confortablemente evitando el estrés, aumentando su rentabilidad laboral, reducción del ausentismo laboral y aumento del compromiso organizacional.
El salario emocional tiene en cuenta los beneficios y compensaciones no económicas que obtienen los trabajadores en las empresas, como pueden ser la posibilidad de trabajar desde su casa unas horas a la semana, celebren eventos especiales, recibir reconocimiento personal y socialmente, etc., los cuales hacen que se sientan felices dentro del ámbito laboral.
El Termino Salario Emocional posee dos componentes, el Salario referido a la contraprestación que tiene un trabajador hacia la empresa, y el Emocional referido a la satisfacción de las necesidades del trabajador, que puede abarcar desde un buen ambiente laboral hasta un reconocimiento público.
Gay (2006) que lo conceptualiza “como toda manera de compensación, retribución, contraprestación, no monetaria, que percibe un trabajador a cambio de su prestación laboral”. Este autor señala el término “salario” pues busca que sea más sencilla la identificación y relación con los conceptos de contraprestación, reciprocidad, equidad y frecuencia; “emocional” pues, más allá de la necesidad que se satisfaga (vacaciones, atención a necesidades personales, entre otros) su principal objetivo es brindar satisfacción a los motivos intrínsecos de los individuos. (Terán, 2017)
Se deben fomentar todos aquellos aspectos que pueden mejorar la relación del trabajador con su puesto de trabajo, su empresa y su vida personal o familiar, siendo necesario entender que el trabajador es un elemento clave para el desarrollo empresarial. Para alcanzar esta situación, es importante que el trabajador manifieste sus dificultades y necesidades para equilibrar el tiempo de trabajo y el personal. Este protocolo de aplicación del salario emocional es clave en el razonamiento de una retribución hecha a medida.